HASTA EL RABO TODO ES TORO
Con un inesperado suspense, el Cardenal se proclama campeón de liga por sexta ocasión, situándose a un solo entorchado de dar caza a Conde y Gato de Inés de Castro.
El último día a priori parecía un mero trámite para el prelado, su ventaja de 18 puntos sobre el brillante vencedor de la Órden del Mérito, Papucho Allén, presagiaban un paseo triunfal por las calles parisinas aguardando plácidamente a que la jornada y el Campeonato tocasen a su fin. Sin embargo, no fue el destino el que se mostró caprichoso esta vez, la LAE decidió incluir el partido de los Viernes en el último boleto, y solo dos participantes atinaron a sellar sus pronósticos antes de que los establecimientos de apuestas cerrasen sus puertas hasta el mes de Agosto, y precisamente uno, tuvo que ser el que nunca se rinde, Montecristo, que un año antes había dejado fuera de la Champions al bravo Barón Rojo con un épico gol maño en el descuento del gélido Pucela.
Trece aciertos y cincuenta euros de premio, de manera inesperada, darían el título al de If, injustamente a todas luces, porque Richelieu había dominado la vigésimotercera edición de principio a fin, salvo aquel genial cabo suelto en el que Papucho se enfundaba la casaca de líder gracias a un providencial error que le propició un saco de puntos y maravedíes, pero salvo esa piedra en el camino, el controvertido Cardenal se había mostrado muy superior durante el conjunto de los treinta y siete boletos, muy injusto, pero posible.
PÁNICO EN EL VATICANO
La noche del Sábado debió ser muy larga en la Ciudad Papal, esa última jornada disputada por solo dos participantes dejaba al Conde como líder con ocho puntos, sobre ocho posibles, a falta de seis encuentros en los que únicamente se le permitía un error, complicado, pero bastante más sencillo que un día antes, y desde luego, que dos. Una extraña sensación envolvía las conversaciones del chat del CDQ, la de que el milagro, podía producirse, los pronósticos restantes no aparentaban ser muy complicados y el noble en su columna buena, no había apostado por sorpresa alguna.
DELIRIO FINAL
Finalmente, y sin demasiadas angustias durante la velada dominical, la providencia se apiadó del Cardenal. El Conde logró su séptimo triunfo parcial, sucediendo a Rey Cristiano como jersey Arco Iris, que acredita al competidor que ha logrado el mayor número de etapas en un año, pero no pudo arrebatarle el más codiciado a Richelieu, inesperados resultados como en Sevilla que enviaron al Getafe a Segunda División, evitaron que esta vez el campeón no fuera el mejor y finalmente Richelieu, se llevara el gato al agua. Sambora, in extremis, logra plaza para una Champions que podría contar con cinco participantes en su próxima campaña, si prospera la amnistía al Rojo de Los Rosales, propuesta por la mayoría de sus competidores.