MERECIDO DOBLETE
El mejor Richelieu de la historia resiste el empuje en la última jornada del bravísimo Tasoti y alcanza su segundo entorchado liguero y el primer doblete de su historia. En un final no apto para cardíacos, el prelado conquista la liga merced al mejor promedio alcanzado por un participante en dieciocho ediciones, muy cercano a los nueve aciertos semanales. Este Campeón además, pasará a la historia por haber pulverizado el que parecía un record imposible, como el de Bob Beamon en longitud, el de puntos logrado por Jenaro hace un año. Richelieu ridiculiza los 339 del de los 14 elevando el techo hasta los 345.
LA CIUDAD PAPAL SE LANZA A LA CALLE
Tras la finalización del penúltimo partido del boleto, el último pronóstico resultaba irrelevante dado que no alteraría el resultado de la Liga, el Cardenal había logrado el título cuatro años después de arrebatárselo al Barón y de igual forma, con ciertos tintes dramáticos, conquistaba el galardón ante el Diablo de Culleredo. Fue entonces cuando el gentío abandonó sus casas y los transistores para celebrar el éxito de su gran ídolo. Miles de seguidores se concentraban en la Plaza de San Pedro vitoreando a Richelieu. Se trataba de una explosión de júbilo sin precedentes. Meses antes el Conde de Montecristo había privado de la Champions al de Los Castros, y las celebraciones se tornaron en lágrimas y llantos. El Sábado ya nadie recordaba lo sucedido en Viena, la Liga estaba ganada.